Hoy en la tele tenía puesto el partido de fútbol Getafe-Bayern de Munich y algo me ha parecido digno de comentar, aparte de lo que dirán mañana todos los medios: "Estuvieron a punto", "Se lo merecían..." "¡Qué mala suerte!"Cuando el partido parecía llegar a su fin con la victoria del Getafe y el Bayern ha marcado provocando una prórroga, he descubierto a la persona más asustada del estadio y o mejor dicho, para usar correctamente el castellano, a la más acojonada. Ésta no era otra que el heredero a la corona de España, el Príncipe Felipe.
El arbitro ha pitado y Felipe ha cogido su móvil velozmente. Ha estado hablando unos minutos, tapándose los labios con la mano. ¿Con quién estaría hablando? ¿Por qué no querría que, en "Las gafas de Angelino, en " Está pasando" o en el "Buscador" echaran mano de su lector de labios de confianza para que descifrase su conversación?
En mi opinión no hace falta ser adivin@ para saber que informaba a Letizia de su retraso y que, ante la bronca que le estaba echando, se tapaba la boca para que los habitantes de España no confirmáramos que es un calzonazos integral.
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