lunes, 21 de abril de 2008

Concentración antitaurina en Barcelona. 20 de abril de 2008



Os dejo unas fotos de la concentración antitaurina celebrada, ayer, 20 de abril frente a la plaza de toros de Barcelona. Fue convocada por el PACMA con el apoyo de Anima Naturalis y Amnistia Animal.

A pesar de lo que digan los medios de comunicación, la asistencia superó con creces los 100 ó 200 asistentes que mencionan estas fuentes. Estuvo cercana al
millar, aunque no fue la concentración más multitudinaria que se ha visto en la ciudad. Sin embargo, fue un acto intenso, emocionante y lleno de razón.

Os comento algunas cosas que me llamaron la atención del acto:

La entrega de los catalanes, la convicción que tienen a la hora de defender los derechos de los animales. En este caso de los pobres toros, los animales de segunda, los que siempre salen perdiendo, los que no tienen ninguna oportunidad.

Los autobuses que rodeaban la plaza y que llevaban a los asistentes a los asesinatos como autómatas dentro. En su mayoría asesinos de la tercera de edad, ellos con puro en la boca, ella con los rulos recién quitados o fascistas que no se han dado cuenta que esto es un Estado democrático y quieren perpetuar su "especie" sea como sea.

La avalancha de turistas que salían de la plaza tras comprobar donde se habían metido.

La actitud de los Mossos d´Esquadra que eran muy receptivos a la concentración y que mantuvieron el orden perfectamente.

La catadura moral del "escritor y periodista", Fernando Sánchez Drago y su esbirro-anfitrión, Albert Boadella provocando a los que nos manifestábamos como un loco y atrayendo a la prensa hacia él. Él que nos ha denominado como "seres poseídos por el diablo" perdió hace tiempo su alma... No es necesario comentar nada al respecto, todos tenemos cerca las hemerotecas y videotecas para comprobarlo. Y los que vivimos en Madrid, le hemos tenido "ejerciendo" de "pseudoperiodista" en "Telemadrid".

El tratamiento que quería dar la sexta
de la información, en concreto "Buenafuente", una persona amable, sociable, cercana e incluso divertida. En apariencia, la realidad es que es uno de los que defiende la tortura y el asesinato a los toros. Mandó a un empleado, "El follonero" para montar un show sin pizca de gracia y con el toque bienhumorado que le dan a todo. Pero, en un tema así, la comedia es un insulto, la banalidad es una ofensa y este reportero nos ofendió con su burdo intento de conciliar dos posturas irreconciliables: lo que defendemos la vida de todos los seres vivos y la de los que disfrutan con la sangre, el asesinato y la tortura.

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