A la Reina le deberían dar su propia columna, ahora que sabemos que le gusta opinar. Parece que el libro de Pilar Urbano no tiene desperdicio y la Reina se comporta como una rancia señora de clase alta y setenta años cuando se refiere a los homosexuales, al aborto y a la eutanasia. Sin embargo, cuando se refiere a dos tristes y crueles costumbres españolas, deja claro con el tono de "contención" que desprende todo el texto que no le gustan los cazadores y los taurinos. ¡Qué duro será compartir lecho con su marido! ¡Qué lástima que su querido hijo ya no respete a su madre y vaya a ver como torturan a unos pobres toros! ¿Es tan buena Letizia? ¿Es tan "lista" su hija Elena, de la que se dice que la inteligencia no era su mejor cualidad, cuando acude a las plazas para disfrutar con el derrame de sangre inocente?
"Si yo me pierdo en un bosque, y pasan los días y no tengo qué comer, cazo. Pero, cazo para sobrevivir. Y si me ataca una fiera, disparo para matarla antes que ella me mate a mí. Pero ¿cazar como diversión?, ¿hacer sufrir a un toro en la plaza para que el público disfrute y unos cuantos hagan negocio? Que hagan lo que quieran, pero yo no lo comparto".
"Si yo me pierdo en un bosque, y pasan los días y no tengo qué comer, cazo. Pero, cazo para sobrevivir. Y si me ataca una fiera, disparo para matarla antes que ella me mate a mí. Pero ¿cazar como diversión?, ¿hacer sufrir a un toro en la plaza para que el público disfrute y unos cuantos hagan negocio? Que hagan lo que quieran, pero yo no lo comparto".
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