El sábado día 12 de julio en Amposta (tierras del Ebro) se ha organizado por primera vez una manifestación para dar voz a los que no se pueden defender. A los toros ensogados, de fuego o al mar que año tras año sufren torturas y malos tratos en las "fiestas" de los pueblos denominadas correbous.
Unas 250 personas se han manifestado en contra de este maltrato de forma pacífica sin caer en confrontaciones ni provocaciones de los "pequeños", pequeñísimos grupos de radicales que en alguna ocasión han gritado o incluso tirado huevos o agua. La marcha tenía nuestro mensaje muy claro: la cultura del maltrato, de la violencia, de la crueldad no es compartida por todos.
La manifestación podría haber sido más numerosa, tanto por parte de personas de fuera como de las tierras del Ebro. Ésta es una asignatura pendiente, ir abriendo conciencias y forzar a la Administración a que se cumpla la Ley de Protección de los Animales que existe en Cataluña desde el 1988.
Es la primera manifestación, por lo tanto es histórica y constituye un primer paso para romper el silencio y salir en favor de los animales.
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