Tengo de fondo "La Mirada Crítica" y escucho que entrevistan a un responsable del salón del toro que ya va por su décima edición... Aguanto el asco y escucho a ese ser repulsivo vomitar las frases hechas que usan todos los taurinos. Después, hablan de la ballena que ha muerto en las cosas de Marbella... Cuentan cómo intentaron mantenerla con vida decenas de personas y que van a realizarla una necropsia para averiguar las causas de su muerte.
En Telecinco y por, extensión en la sociedad española son muchos los que consideran los toros unos animales de segunda que, a diferencia de otros han nacido para morir. Humillar, torturar y asesinar a un toro para muchas personas es una forma artística. Es cultura, se atreven a decir. Sin embargo, consideran una barbarie que se le haga lo mismo a otros animales.
¡Pobres toros! ¿Por qué son ellos distintos? Es que su sangre no es tan rojo como la nuestra, es que su dolor no es tan real como el de cualquiera... Nacen para sufrir por capricho del ser humano... Los piropean, alaban su belleza y su simbología española, pero sólo quiere ver sangre, dolor y sufrimiento. No quieren mancharse sus manos con sangre para eso están los maestros de la muerte que, rematan a unos animales previamente apaleados, drogados y machacados para evitar que se defiendan. Los toros no gozan en la plaza, los toros mueren en la plaza como ocurría con los gladiadores en Roma...
Sangre en la arena... Lágrimas en los ojos de los amamos la vida de todos, no sólo la de unos elegidos.
En Telecinco y por, extensión en la sociedad española son muchos los que consideran los toros unos animales de segunda que, a diferencia de otros han nacido para morir. Humillar, torturar y asesinar a un toro para muchas personas es una forma artística. Es cultura, se atreven a decir. Sin embargo, consideran una barbarie que se le haga lo mismo a otros animales.
¡Pobres toros! ¿Por qué son ellos distintos? Es que su sangre no es tan rojo como la nuestra, es que su dolor no es tan real como el de cualquiera... Nacen para sufrir por capricho del ser humano... Los piropean, alaban su belleza y su simbología española, pero sólo quiere ver sangre, dolor y sufrimiento. No quieren mancharse sus manos con sangre para eso están los maestros de la muerte que, rematan a unos animales previamente apaleados, drogados y machacados para evitar que se defiendan. Los toros no gozan en la plaza, los toros mueren en la plaza como ocurría con los gladiadores en Roma...
Sangre en la arena... Lágrimas en los ojos de los amamos la vida de todos, no sólo la de unos elegidos.
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